Branding corporativo

El branding corporativo es el proceso de construcción de una marca reconocible, con personalidad y que se recuerda por unos conceptos o ideas muy claras.

Esto es el branding corporativo del que habla tanta gente, algo mucho más simple de lo que se piensa. 

No hay más, es “simplemente” eso: crear una marca que todos reconozcan y asocien con algo.

El concepto es simple, pero el proceso está muy lejos de ser algo tan sencillo.

Para ver el poder del Branding Corporativo les voy  a pedir que piensen en marcas que recuerden las siguientes palabras: 

  • Innovación.

  • Deportes de riesgo.

  • Bebida refrescante.

  • Películas de animación.

  • Coche de lujo.

  • Comida rápida.

  • Ropa deportiva.

Ahora dime si alguna de estas marcas ha aparecido en tu mente:

  • Apple.

  • Red Bull.

  • Coca-Cola.

  • Pixar o Disney.

  • Ferrari, BMW o Mercedes.

  • McDonalds o Burguer King.

  • Nike.

Eso es branding corporativo. La capacidad de asociar y posicionar una marca como el Top of Mind de tu memoria.

 

La primera que aparece con un concepto y que se posiciona por encima del resto.

 

Se podría decir que el concepto de branding corporativo es el SEO de la memoria.

 

Si en el SEO te posicionas en Google, aquí buscas ocupar la primera posición en el buscador mental de un posible consumidor.

Elementos claves para mejorar el Branding Corporativo

Ya sabes qué es el branding corporativo, pero ¿qué puedes hacer para influir en tu público objetivo?

¿Cómo conseguir ser ese Top of Mind?

Utilizando los 5 elementos claves que te voy a contar a continuación.

Un nombre adecuado facilita el recuerdo y el asociamiento a un determinado concepto.

De hecho, elegir un nombre poco adecuado o que después no vas a saber explotar puede suponer una barrera de dificultad añadida para tu negocio.

A veces puede ser más común y asociado a lo que vendes (PcComponentes) y otras veces puede ser más libre y personal (Apple).

Lo importante es saber qué quieres hacer con él después.

1.- Identidad visual

 

El logotipo, isotipo, pictograma, firma y todo lo que tenga que ver con la imagen gráfica de la empresa.

 

Hay marcas que solo con hacer un pequeño trazo ya se saben cuáles son y otras que nada más verlas nos hacen recordar un concepto determinado.

Por ejemplo si yo dibujo una manzana (lo haga bien o mal) te recordará a Apple, si dibujo un conejo puede que pienses en Playboy y si hago una M demasiado curva podrías pensar en McDonalds.

 

En este apartado se incluyen todo tipo de elementos gráficos, como las tarjetas, folletos publicitarios, carteles, diseño web, fotografías, uniformes, escaparates, etc.

2.- Identidad sonora o audiobranding

 

Si escuchas un ruido o sonido determinado y te recuerda a una marca, es que esa empresa ha hecho algo bien. Es algo que se subestima muy a menudo y que, sin embargo, tiene una potencia brutal para asociarse con la memoria.

3.- Tono de comunicación

La manera en la que tu empresa se comunica con el mundo define un punto muy importante del branding corporativo de tu empresa.

 

Elegir el correcto puede suponer la diferencia entre el éxito y el fracaso.

 

El tono de comunicación debe ser uniforme.

 

Tu empresa debe hablar con su público de igual manera en Twitter, en Facebook, en un email, en un anuncio de televisión y en la atención al cliente del día a día.

 

También hay que saber qué tono escoger para dirigirse a padres, a adolescentes, a jóvenes y a personas mayores.

4.- Marketing de contenidos

 

El contenido que comparte una empresa define el recuerdo que se tiene de ella, sobre todo en Internet. Por ejemplo, si a ti te gustan los artículos que se publican en el blog de SEMrush, tenderás a posicionar la empresa como una experta en marketing digital.

 

¿Cómo comenzar a construir tu propio branding corporativo?

1.- Define tu empresa

¿Cómo puedes intentar posicionarte en la mente de otros si ni siquiera tú sabes cómo posicionarte en la tuya?

Lo primero que hay que hacer es conocer la empresa y definirla de manera muy clara.

En este apartado entran los clásicos misión, visión y valores de la empresa.

A partir de esa definición podrás encontrar después los elementos adecuados para tu empresa.

Si intentas construir por el tejado y empezar por un logo, no te irá muy bien.

 

2.- Conoce a tu público objetivo

Si no sabes a quien te diriges, estás muerto. Las empresas que lanzan mensajes vacíos y generales suelen conseguir resultados igual de vacíos. No seas una marca vacía.

Determinar el público objetivo de una empresa no es fácil y no consiste en poner una edad, un sexo y una localización.

Consiste en comprender a tu público como si fuera tu amigo de toda la vida.

Ponle nombre, conoce su situación personal y profesional, aprende de sus comportamientos, descubre sus objetivos y retos y cuáles son sus principales preocupaciones.

Un error en este apartado puede suponer un gasto inútil de dinero.

 

3.- Define tu propuesta de valor única

La USP (Unique Selling Proposition) es la clave para la diferenciación.

La clave para que no seas “el nuevo x”, sino una marca totalmente diferente y reconocible por sí misma.

¿Cuál es el valor principal que vas a aportar?

¿Por qué deberían contratar los servicios de tu empresa y no los de otra?

¿Qué es lo que hace verdaderamente diferente a tu empresa del resto?

 

4.- Convierte los valores en algo real

Si tienes claro el concepto principal de tu empresa podrás extraer los valores de la misma.

Esos valores deben ser la diferencia entre tu empresa y la de cualquier otro.

Son la materia prima para el branding corporativo.

 

5.- Ejecuta

Ya tienes todo listo, solo queda pulsar el botón de Start y comenzar con la aventura del branding corporativo.

Si has cumplido en los pasos anteriores, raro será que las cosas no te vayan bien.

Es aquí cuando comienzas a generar contenido, a hacer publicidad y en general a difundir tu marca a lo largo y ancho del mundo.

El principio siempre será complicado, pero la carrera del branding es de fondo, no de 100 metros.

 

6.- Revisa tu imagen corporativa

Con ejecutar no acaba el proceso, hay que analizar.

¿Qué piensa el resto de tu empresa?

¿Cuáles son los valores que le asocian?

¿Qué términos le vienen a la cabeza cuando piensan en ella?

¿Acertaste con los canales de comunicación?

 

Debes saber constantemente qué imagen tiene tu público objetivo de tu empresa.

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